sábado, 29 de junio de 2013

NAVAJAS PORTUGUESAS

Posted by Isabel Martín Hernández in 03/17/2008

Hace unos 40 años, en el pueblo de Mieza de la Ribera, había un montaraz que tenia un burro que era muy “trasto”; es decir, era un animal de muy mala leche.

Cierto día, viniendo de la zona de La Alberca  cargado de leña, el burro sin más ni más se espantó. En ese momento, aunque la leña no se cayó,  al moverse, se le quedó debajo de la barriga. Así pues, tras el susto el pobre animal empezó a correr con el haz* de leña debajo de su panza.

Cuando por fin se cansó y paró, el montaraz logró alcanzarle.  De esa manera, para poder recolocar la leña, el hombre sacó del bolsillo del pantalón una navaja portuguesa y se dispuso a cortar la cuerda con la que se mantenía atado el manojo de palos. En ese mismo instante, ya abierta la navaja y dispuesta para comenzar a cortar, sin esperarlo, se cerró, y con tal mala suerte que le pilló el dedo índice, y se lo cortó.

Aunque las navajas portuguesas siempre han tenido muy buena fama ya que cortan de maravilla, hace años andaban algo sueltas, por lo que ocurrían sucesos como el que os acabo de relatar.

Haz*. m. Porción atada de lino, hierbas, leña u otras cosas semejantes.

Fuente: A. H. C. Mieza de la Ribera, 30-08-07.

No hay comentarios:

Publicar un comentario