domingo, 30 de junio de 2013

LA GRAN EPIDEMIA

Posted by Isabel Martín Hernández in 10/12/2009
En el pueblo de Mieza de La Ribera los más mayores recuerdan que sus abuelos ya contaban que en el pueblo se sufrió una gran gripe.

Fue tan grave, que el pueblo se quedó con muy pocos vecinos. En un primer momento, como dato curioso a señalar, fue que los primeros que iban cayendo fueron los que mejor vivían, como por ejemplo el señor cura.

En poco tiempo murió tanta gente que decidieron no tocar las campanas de la iglesia, y ni tan siquiera celebrar misa. Directamente, según iban falleciendo, colocaban los cuerpos sin vida en los poyos de la ermita. Según se comenta, mientras unos vecinos subían con los cuerpos, otros tantos bajaban en busca de más.

Cierta tarde a un miezuco lo pusieron en el poyo para esperar a enterrarlo. De repente el pobre hombre se levantó y dijo: “¿Qué estoy haciendo yo aquí?”. Con las mismas cogió y se marchó a su casa.

En la Zarza tampoco olvidan esa gran epidemia. Entre los recuerdos que aún se mantienen, señalaré el siguiente:

En la actual casa de Franco, murió toda una familia de la epidemia, pero no en el mismo año. Cuando muchos de los miembros ya se encontraban enfermos, el medico les comunicó que no comieran todos del mismo plato, ya que de esa forma se contagiarían más rápido.

Se comenta que esa familia no hizo caso del consejo que el medico les había dado. Y de esa manera, la enfermedad continuó avanzando. En un primer momento murió el hijo pequeño, y sucesivamente fueron cayendo el resto de los hijos.

Finalmente, pasados unos años, ya sin hijos, murieron los padres de la misma enfermedad.

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