domingo, 30 de junio de 2013

EL COLCHON DEL CURA

Posted by Isabel Martín Hernández in 11/03/2011

En el 1958, Garciliano venía de la zona del Abanico de La Zarza de Pumareda de trabajar. Antiguamente en el pueblo de Masueco había unas cruces de piedra, y desde allí, cierto día, el señor cura, Don Ángel, levantando las manos, le hizo señal para que se parara. Y le dijo así: “Como tienes dos niños, yo tengo dos colchones y puedes coger uno”. Pues de esa manera hizo; amarró un colchón y marcho para casa.
A los quince días de aquello, en el mismo sitio que la anterior vez, el cura paró al Garciliano, y le dijo: “Seguramente se te ha olvidado que no me has pagado el colchón”. Lo que el cura le pedía eran 100 pesetas, y el hombre al mes tan solo ganaba 50 pesetas en el Abanico.
Regresó a casa con intención de devolverle el colchón, ya que no tenía intención ninguna de pagarle tal cantidad. Sin embargo, nuevamente por el “qué dirán”, acabó dándole la cantidad que le había solicitado, aun sabiendo que le había engañado.

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