Posted by Isabel Martín Hernández in 12/31/2012
Hace muchos años unos ladrones se adentraron por la noche en la casa del cura. Aprovecharon que estaba dormido para entrar a robar. Una vez dentro, lo taparon con colchones. De esa manera, le robaron el cáliz y todo lo que tenía.
Fuente: Demetrio Calvo, La Zarza de Pumareda. 26-11-12
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